En Latinoamérica, honramos la memoria de quienes ya no están con nosotros con flores; por eso, el 1 de noviembre (Día de Todos los Santos), creamos el primer monumento en memoria de las víctimas de violencia de género, elaborado con una de las flores más tradicionales del país: la siempreviva.
La escultura fue colocada frente al Palacio de Gobierno para exigir a las autoridades que refuercen las leyes contra la violencia de género, y desde entonces ha acompañado diversas marchas, ha sido expuesta en museos y ha generado espacios de diálogo con diferentes actores políticos del país.